Dime como hueles y te dire quien eres
Entre los perros existe todo un mundo de comunicación: el olfato, que escapa a la imaginación de cualquier ser humano. Los perros son capaces de detectar olores que nosotros ni siquiera somos capaces de percibir, esto se debe a una diferenciación anatómica en la cual no ahondaremos, pero si esto Aclara un poco tus dudas, te diré que su capacidad olfativa es un millón de veces mayor ante ciertos olores que la nuestra. Muchas veces juzgamos como insano, o falto de pudor, que los perros para conocerse olfateen el ano del de enfrente, pero para ellos es perfectamente lógico porque alrededor del ano se encuentran los sacos o glándulas perianales, cuyas secreciones y composición varían de un animal a otro, más que una huella digital es como si habláramos de una prueba criminológica: un perro con este acto tan simple, conoce del otro edad, sexo, estatus social, estado de salud, e incluso hormonal, si está castrado, en celo... de eso mejor no hablamos.
Una manera de dejar mensajes a todos aquellos que los quieran recibir, son las marcas de orina. El olor de la orina normal es distinto al utilizado para el marcaje territorial. Cuando un perro orina a su paso en determinados lugares, no es porque padezca incontinencia, de ninguna manera, simplemente está avisando a los demás que están entrando a un territorio que ya tiene dueño, y que si deciden hacerlo es bajo su propio riesgo. Y claro, ya dependerá de la necedad o agallas del visitante continuar o dar media vuelta. Esta conducta es mucho más común en los machos.
Sin embargo, la orina no es el único recurso olfativo utilizado por los perros. Sólo trata de evitar que tu perro olfatee el excremento de otro y verás frustrados todos tus intentos. Este encuentro les resulta casi tan agradable como toparse con el dueño de la gracia y el ritual no termina aquí ¿cuántas veces no has observado que cuando tu perro defeca, una vez concluido, escarba o pisotea con las patas traseras su excremento? a veces incluso esparciendo las heces por todo el territorio. Según los expertos en la materia, no me refiero a la materia fecal sino a la psicología perruna, ésta es otra técnica de delimitación territorial porque así extienden su propio olor al máximo posible.